II Congreso

Participar como “sede” o anfitrión de un evento académico, como Congreso, Coloquio, Encuentro académico, por parte de una Universidad o Institución de Educación Superior implica:

Proporcionar las instalaciones para albergar el evento, lo que incluye auditorios, salas de conferencias y espacios para talleres y reuniones toda vez que se procura la divulgación del conocimiento y los avances en la materia que se atiende.
Además, proporciona la infraestructura tecnológica necesaria, como equipos audiovisuales y acceso a Internet u opciones de transmición multimedia.
Con la colaboración de un equipo de trabajo, denominado usualmente Comité organizador, la institución se encarga de la coordinación para los procesos del registro de asistentes, la creación y distribución de material promocional y la supervisión para asegurar que se cumpla el objetivo del evento.
Los principales integrantes del Comité organizador suelen ser parte de la institución sede; para abonar en el intercambio de diversos puntos de vista, aplicaciones del conocimiento que se atiende e, incluso, las formas de trabajo en la organización y desarrollo de eventos de corte académico, se conjuntan esfuerzos de instituciones afiliadas o con intereses similares a través de personal adscrito a ellas.
Ser sede de un congreso ofrece una oportunidad para la institución de fortalecer su reputación académica y de investigación. La institución tiene la posibilidad de mostrar sus instalaciones, recursos y talento académico a una audiencia amplia y diversa, compuesta por expertos, profesionales o estudiantes en formación profesional del área temática del congreso. Este rol tiende a fomentar colaboraciones y redes de investigación, así como atraer futuros estudiantes y académicos.
En consecuencia, la institución sede suele expedir las constancias de trabajo o reconocimientos para los asistentes al evento en sus diversas modalidades, así como a quienes apoyaron para el logro del objetivo de este.

Objetivo de el Congreso